
Aunque se consideran capitales de riesgo, invertir tu dinero en startups podría convertirte en millonario si el negocio triunfa.
Hay muchas historias de empresas que se crearon de la nada y, en cuestión de poco tiempo, resultaron negocios multimillonarios. ¿Te suena el caso de Facebook, Amazon, Google, Apple? Seguramente en más de una ocasión se te ha cruzado por la cabeza invertir en una empresa en etapa inicial, también llamadas startups.
Antes de comenzar a invertir tu dinero en startups, es importante comprender que muchas de ellas fracasan y dejan a los inversores sin nada. Es una inversión de alto riesgo, pero al mismo tiempo las ganancias son muy altas.
En ocasiones, las startups te permiten recuperar tu dinero si una empresa no tiene éxito en recaudar los fondos suficientes y si en los términos garantizan la devolución del dinero.
Vale la pena señalar que las inversiones de este tipo generalmente no son tan rentables como la compra de acciones. Deberás esperar hasta que la empresa se haga pública o sea adquirida, para lo cual pueden pasar varios años.
Algunas personas se reúnen y encuentran una solución innovadora para un problema común. Prueban su nueva solución, iteran un poco y encuentran algo que funciona y que un grupo considerable de personas realmente quiere usar.
¿Por qué las startups se consideran capital de riesgo?
Hay dos formas principales de invertir en startups:
- Invertir en renta variable: los inversores compran acciones en una startup a un precio fijo.
- Invertir en valores convertibles: el monto de la inversión eventualmente se convierte en patrimonio.
Así pues, el capital de riesgo es el financiamiento ideal para las nuevas empresas que necesitan capital para crecer. Probablemente pasarán mucho tiempo en números rojos hasta convertir su negocio en una empresa extraordinariamente rentable.
A diferencia de las compañías con activos físicos valiosos y flujos de efectivo más predecibles, como las aerolíneas, las nuevas empresas generalmente tienen pocas garantías qué ofrecer en comparación con un préstamo tradicional. Por lo tanto, no hay forma de garantizar que si inviertes puedas recuperar la cantidad que prestaste si el negocio fracasa.
Esto ocurre porque al recaudar capital de riesgo en lugar de pedir un préstamo, las nuevas empresas no están obligadas a pagar. Sin embargo, si inviertes en el capital inicial estarás comprando un porcentaje de la compañía a los fundadores. Esto significa que tendrás derechos sobre un porcentaje de las ganancias de la compañía, lo que en cuestión de tiempo podría ser una fortuna.
¿Tienes dudas o quieres saber más acerca de cómo empezar a invertir en startups? Acércate a un asesor financiero y verás que es más fácil de lo que pensabas.
