El hábito del ahorro es una cualidad que se desarrolla exitosamente cuando somos niños. Si tuvimos unos padres que nos regalaban “un cochinito” y lo colocaban en nuestra mesita personal, ya se asomaba la semillita de la prudencia y el buen encargo. La mesura era parte de la cultura familiar y el uso del cochinito permitía compartir una visión de anhelo de algo concreto.
Las finanzas pueden ser incomprensibles para nosotros como adultos y pensar en llevar una cuenta bancaria para nuestros hijos puede ser abrumador. Aquí exploramos el ahorro y la inversión con algunas preguntas sencillas para cuidar el dinero de manera inteligente y fomentar esto en nuestros hijos desde temprana edad.
¿Cuándo es oportuno comenzar una cuenta de ahorros para un hijo?
Los padres deberían intentar abrir una cuenta para sus hijos y hacer aportaciones regulares tan pronto como se pueda; idealmente tener conversaciones frecuentes con ellos en temas de dinero. De esta forma lograremos que desarrollen una percepción sana del uso inteligente del dinero para que vayan armando una visión de futuro y puedan estar listos cuando enfrenten el mundo adulto. Al final, son ellos quienes se harán cargo de su futuro financiero cuando crezcan y dejen el hogar.
Enseñando valores de Ahorro e Inversión.
Con una conducta de ahorro, logramos convertir las acciones en hábitos. Podemos influir en los niños al demostrarles que nuestras compras son pensadas, y las inversiones también.
La Inversión en una buena educación, en una casa que nos de seguridad y bienestar, etc., son acciones que le dan un buen ejemplo a los hijos.
¿Qué tal abrirle una chequera al adolescente?
Los adolescentes actuales son mucho más orientados a la tecnología y a saber ahorrar y esto no es ajeno al entorno financiero. Muchos bancos han reducido la edad mínima para abrir una cuenta; incluso, bajo el nombre del padre o tutor se puede administrar una cuenta bancaria o algún producto financiero a favor de los muchachos. Ya se dispone de tarjetas de débito que aunque pueden estar vinculadas a la de sus padres, no se sobregiran para obligar al ahorrador a solo gastar el dinero que tienen disponible.
Nunca es tarde..!. Procura conversar con los hijos sobre el dinero y sus fundamentales. Inicia la charla y no la dejes, pues los beneficios le durarán toda su vida. Procura que tengan el hábito de guardar siempre dinerito en alguna forma, sin importar los mínimos que puedan separar para el futuro. Explícales la importancia de ahorrar y de invertir, pues les dará una fortaleza cuando sean mayores.
Si les asignas una tarea en casa y les pagas algo simbólico, diles que parte de lo ganado lo deben ahorrar, para que se realicen metas concretas. Ponles un sueño a cumplir; esa patineta que tanto han deseado, o el viaje especial, etc.
Tu hijo tendrá más incentivos para ahorrar si le permites que establezca sus propias prioridades. Ayúdale a ponerlo por escrito, y si se trata de un niño pequeño coloca en un lugar visible una foto o dibujo de la cosa que quiere adquirir. Ayúdale a calcular lo que tiene que ahorrar y cuánto tiempo necesitará si ahorra un porcentaje de su mesada (cuanto más ahorre, menos tiempo tardará en conseguirlo).