
Ahorra para la educación de tus hijos lo antes posible, incluso en cuanto nazcan.
Un título universitario, a pesar del elevado costo de la matrícula, sigue siendo un logro y requisito importante en la economía moderna. Para tus hijos, será más probable obtener un buen trabajo y ganar un salario decente mientras tengan un alto nivel educativo.
Sin embargo, muchas familias no están preparadas para afrontar ese gasto o, en el peor de los casos, ni siquiera han pensado en ello. Para cuando lo hacen y comienzan a ahorrar, descubren que la cantidad no es suficiente para cubrir ni siquiera un año de matrícula, cuotas, alojamiento y comida en una institución de nivel superior.
Los altos precios de la educación superior, junto con la falta de ahorro de los padres, han generado récords históricos de préstamos. Muchos graduados abandonan la escuela con una deuda altísima, lo que hace retroceder su capacidad financiera una vez fuera de la universidad.
¿Cuándo empezar a ahorrar para la educación de tus hijos?
Como en cualquier tipo de inversión, cuanto antes empieces a ahorrar, más tiempo tendrás para que tu dinero crezca. Algunos padres optan por abrir cuentas universitarias para sus hijos antes de que nazca o aproximadamente en su primer cumpleaños.
Cualquier persona que desee financiar los futuros gastos educativos del niño debe comenzar de inmediato, siendo lo más recomendable en cuanto nazca. Esto permitirá que el dinero crezca y se acumule con el tiempo para cumplir con ese futuro.
Si no has comenzado a ahorrar y tu hijo ya se está acercando a la escuela secundaria o incluso el bachillerato, todavía tienes oportunidad de abrir una cuenta. Al elegir una cuenta con beneficios fiscales, todavía tendrás tiempo para aprovecharlos y estar en una posición aún mejor que no ahorrar en absoluto.
¿Qué cantidad debería ahorrar?
El costo de las universidades aumenta junto con la inflación. Para determinar la cantidad necesaria, investiga los costos proyectados de la escuela deseada, observa las proyecciones actuales y divide por la cantidad de meses restantes hasta que tu hijo vaya a la universidad. Incorpora ese monto en tu presupuesto mensual.
Por supuesto, calcular el costo total, y tomar en cuenta la inflación, puede ser algo complejo, por lo que se recomienda acudir con un asesor financiero para que determine las cantidades necesarias y diseñe un plan de ahorro a la medida de tus necesidades.
Para que el esfuerzo sea más manejable, ahorra para la educación de tus hijos solo con un tercio de los costos esperados. Los dos tercios restantes se pueden pagar después a través de préstamos, becas o ingresos futuros.
Tus esfuerzos de ahorro también pueden ser una oportunidad para enseñarle a tu hijo sobre el dinero. Involucrarlos desde el principio enseñándoles el valor del dinero y estableciendo expectativas realistas hará que aprendan sobre finanzas personales desde muy temprana edad.
