Si eres de los que piensa “a mí no me va a pasar” pero llegas a tener una emergencia médica, ¿estás preparado para librarla sin poner en riesgo lo que tienes?

1.- Protege lo tuyo ¡Invierte!

El Seguro de Gastos Médicos Mayores (SGMM) no es exclusivo para veteranos o personas que tienen un padecimiento. Todos podríamos enfermar o sufrir un accidente. Un SGMM es la mejor inversión con la que puedes contar ante la presencia de un siniestro que pone en riesgo tu salud, la de tu familia y la de tus finanzas, con cuentas tan altas que no puedes cubrir de manera inmediata.

2.- Sé inteligente y ajusta el SGMM a tus necesidades

Fuera creencia también que un seguro sólo pueden pagarlo personas que tienen los grandes sueldos, hay una gran variedad que se ajusta al tamaño de tus necesidades y de tu bolsillo. Puedes informarte sobre los SGMM Flexibles en donde el truco es la forma de pago a diferentes plazos, mientras el deducible parte según el lugar donde te atiendas.

3.- Dale de comer al “cochinito”

La clave de todo es ahorrar, ten presente que el seguro cubre los gastos a partir del deducible, y lo que te hace más fuerte es tener un fondo con esa cantidad para estar blindado ante cualquier emergencia, sin sorpresas, tienes bajo control la situación.

4.- Tengo seguro en mi trabajo, ¿ya la hice?

No te dejes engañar por el millón, aunque te parezca una prima muy alta, esta cantidad muchas veces puede quedar corta ante un diagnóstico de cáncer o un accidente que provoque alguna discapacidad, no dudes en extender el límite de tu SGMM.

5.- … Pero siempre recuerda la regla del 10

Aunque extiendas el límite de tu SGMM al infinito, recuerda siempre la regla de oro para un equilibrio financiero: el 10% de tu sueldo destínalo al ahorro y otro 10% al pago de seguros incluyendo el SGMM. Ni más ni menos.

 

 

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